Gracias Málaga… Por abrazarme.
Andando por Málaga, sin rumbo, disfrutando del momento presente (no hay otro)… Atravieso calles estrechas adoquinadas que acarician mis pies…, disfruto del ambiente, de la ciudad, de las fragancias de los jardines todavía húmedos tras las primeras lluvias del otoño… Del sonido en las calles amortiguado por los muros centenarios que tanto han visto y oído…
Dejo atrás el rumor del gentío que frecuenta una de mis zonas favoritas de la ciudad, la calle Alcazabilla… No hay una sola cara que no sea de asombro o de felicidad … Es lo que hay … El entorno aquí no permite mas alternativas…
Sigo por callejuelas estrechas y bordeo la higuera que llena de presencia (no tanto de tamaño,) la plaza de la biblioteca del Museo Picasso… Siempre me ha parecido la higuera un árbol mágico… Y el que flanquea esta plaza lo es aun más…
Callejón tras callejón … Esto se estrecha! … Mi andar fácil me lleva hasta los Jardines de Picasso… Tengo el impulso de sentarme al lado de unos arboles centenarios que parecen abrazarse así mismos… Son Ficus adventicios, sus ramas en ocasiones llegan hasta el suelo para convertirse en raíces que de nuevo vuelven a ascender para soportar el peso del árbol según envejece … Qué sabio!
Me siento inmerso de un ambiente que de nuevo hechiza … Todo me parece perfecto… Ante mi tengo ahora una voluptuosa escultura de dos cuerpos abrazados … y creo que lo hacen alrededor de un corazón que comparten… Mi cabeza establece semejanzas entre la escultura y los ficus centenarios… Aquí todo se abraza!! … Como Málaga que te envuelve y abraza en el momento que la pisas…
En estos jardines, los de Picasso… todo me parece excepcional (me repito, lo sé, pero es lo que hay)… Me levanto y sigo mi pasear errante… Donde mis pies me lleven… Parece que ahora en dirección el puerto… Me apetece ver como baja el Sol tras los edificios de mi ciudad… Y me apetece hacerlo sentado entre veleros… Que tarde más perfecta…
Gracias Málaga… por abrazarme …