Málaga: Ciudad del Paraiso.

Siempre te ven mis ojos, ciudad de mis días marinos.
Colgada del imponente monte, apenas detenida
en tu vertical caída a las ondas azules,
pareces reinar bajo el cielo, sobre las aguas,
intermedia en los aires, como si una mano dichosa
te hubiera retenido, un momento de gloria,
antes de hundirte para siempre en las olas amantes…

(Vicente Aleixandre)

 

 

Frigiliana. Málaga. Maravilla Rural de España

Destacan las paredes encaladas, sus calles estrechas y sinuosas, en un sinfín de escaleras que recorren todo el Barribarto que son la herencia morisca que el paso del tiempo ha dejado en el casco antiguo, uno de los mejores conservados de la provincia de Málaga.

Frigiliana es sin duda uno de los pueblos blancos de Málaga con más encanto. Galardonado con el I Premio Nacional de Embellecimiento en 1982 su casco histórico es Conjunto Histórico Artístico desde el año 2014, Las paredes encaladas, sus calles estrechas y sinuosas, en un sinfín de escaleras que recorren todo el Barribarto, son la herencia morisca que el paso del tiempo ha dejado en el casco antiguo de Frigiliana, uno de los mejores conservados de la provincia. Frigiliana está situado en la zona más oriental de la comarca de la Axarquía, asomada al Mediterráno desde el Parque Natural de las Sierras de Almijara, Tejeda y Alhama.

Además, el municipio presume de ser el único malagueño en el selecto club de Los Pueblos Más Bonitos de España, un distintivo que ha conseguido el año 2014. Únicamente son 34 las localidades de la geografía española que se agrupan en esta organización, con sede principal en Barcelona, cuyo único objetivo es el de promocionar de forma conjunta a municipios que presentan un alto interés desde el punto de vista de la cultura o la naturaleza.

Frigiliana es una visita obligada y está a tan solo 45 minutos de nuestros apartamentos. Te llevamos?

Málaga es de cine

 

Siempre te ven mis ojos, ciudad de mis días marinos.
Colgada del imponente monte, apenas detenida
en tu vertical caída a las ondas azules,
pareces reinar bajo el cielo, sobre las aguas,
intermedia en los aires, como si una mano dichosa
te hubiera retenido, un momento de gloria, antes de hundirte para siempre en las olas amantes.

Pero tú duras, nunca desciendes, y el mar suspira
o brama por ti, ciudad de mis días alegres,
ciudad madre y blanquísima donde viví y recuerdo,
angélica ciudad que, más alta que el mar, presides sus espumas.

Calles apenas, leves, musicales. Jardines
donde flores tropicales elevan sus juveniles palmas gruesas.
Palmas de luz que sobre las cabezas, aladas,
mecen el brillo de la brisa y suspenden
por un instante labios celestiales que cruzan
con destino a las islas remotísimas, mágicas,
que allá en el azul índigo, libertadas, navegan.

Allí también viví, allí, ciudad graciosa, ciudad honda.
Allí, donde los jóvenes resbalan sobre la piedra amable,
y donde las rutilantes paredes besan siempre
a quienes siempre cruzan, hervidores, en brillos.

Allí fui conducido por una mano materna.
Acaso de una reja florida una guitarra triste
cantaba la súbita canción suspendida en el tiempo;
quieta la noche, más quieto el amante,
bajo la luna eterna que instantánea transcurre.

Un soplo de eternidad pudo destruirte,
ciudad prodigiosa, momento que en la mente de un Dios emergiste.
Los hombres por un sueño vivieron, no vivieron,
eternamente fúlgidos como un soplo divino.

Jardines, flores. Mar alentando como un brazo que anhela
a la ciudad voladora entre monte y abismo,
blanca en los aires, con calidad de pájaro suspenso
que nunca arriba. ¡Oh ciudad no en la tierra!

Por aquella mano materna fui llevado ligero
por tus calles inerávidas. Pie desnudo en el día.
Píe desnudo en la noche. Luna grande. Sol puro.
Allí el cielo eras tú, ciudad que en él morabas.
Ciudad que en él volabas con tus alas abiertas.

Poema: Vicente Aleixandre

Gran Senda Málaga. Etapa 1: Málaga – Rincón de la Victoria.

 

Tras una larga historia de olvido, la Málaga del siglo XXI ha comenzado el milenio abriéndose hacia el Mar Mediterráneo, que siempre fue el que le dio sentido como urbe.

LA HISTORIA CON MAYÚSCULAS SE ASOMA A LA GRAN SENDA MÁLAGA.
Cuevas de interés arqueológico, poblados fenicios, villas y factorías romanas, alquerías árabes, torres atalayas medievales, fuertes dieciochescos y canteras y caminos milenarios.

El GR-249 ofrece en esta primera etapa la posibilidad de recorrer prácticamente toda la franja litoral de la capital.

UNA NATURALEZA PRIVILEGIADA ENPLENA URBE.
La existencia de los roquedos y acantilados costeros y de las numerosas desembocaduras de las ramblas conforma un mosaico natural que, a pesar de las lógicas alteraciones debido a la cercanía de la capital, aún mantiene una biodiversidad sorprendente. El sendero pasa en pocos metros de zonas muy urbanizadas o directamente industrializadas a otras donde la accesibilidad se reduce drásticamente, verdaderos enclaves privilegiados para refugio de los seres vivos. Durante el recorrido se cruza por uno de los hábitats adecuados para el camaleón común, mientras que las playas y acantilados son visitados por numerosas aves marinas y limícolas. El quebrado paisaje propicia que prospere fuera del alcance un buen elenco de plantas adaptadas a la influencia del mar, algunas de ellas de distribución muy restringida.